lunes, 15 de abril de 2013

Pruebas SENESCYT: reto o pesadilla




Este sábado 20 de abril los estudiantes que cursamos el tercer año de bachillerato en el Ecuador rendiremos la evaluación que definirá nuestro futuro. Para muchos esto se ha convertido en un reto de sacrificio y responsabilidad al saber que el resultado de esta prueba definirá o no  nuestro ingreso a la educación superior, pero también para muchos jóvenes es una oscura expectativa que nos cuestiona sobre lo qué sucederá con nosotros si no obtenemos el puntaje necesario para alcanzar nuestros sueños y poder optar por una carrera que sea de nuestro agrado y conveniencia para nuestro futuro.

La mayoría de  jóvenes, preocupados por su futuro, ya se preparan para rendir un excelente examen; repasan continuamente los contenidos que podrían incluirse en las pruebas, asisten a cursos para nivelar sus conocimientos y así obtener una buena nota para entrar en la universidad. Pero también existe un inmenso grupo de estudiantes que no tienen ni idea de cómo afrontar esta situación; se encuentran como comúnmente decimos “a la buena de Dios”. Muchos se sienten asustados y frustrados por las nuevas reformas educativas y aunque algunos estén de acuerdo, todos coinciden en el gran estrés que causa los exámenes de la Senescyt, siendo esta preocupación hondamente compartida por padres y  maestros. Es así que frases diarias como: “qué será de mi futuro si no apruebo” o “qué será de mi vida si no rindo bien este examen”, solo hacen que el estrés aumente y que los jóvenes empecemos a visualizar otras opciones en lugar de seguir una carrera universitaria, donde ronda además el temor de no ser ubicados en la especialidad que queremos. 

Para este sábado 20 de abril esperamos y confiamos en nuestros conocimientos, pero sobretodo nos aferramos a la mano de Dios para que ilumine nuestra mente y nos conduzca por el mejor camino.

POLET GUIJARRO VILLAMARÍN
TERCER AÑO DE BACHILLERATO “COMERCIO”  

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