jueves, 21 de marzo de 2013

CRÓNICA DE UN RETIRO





Un retiro espiritual es la oportunidad de encontrarnos con Dios y con nosotras mismas es decir  nuestro interno yo. Voluntariamente hemos dejado atrás nuestros quehaceres diarios, familia, libros, distracciones que consumen el diario vivir, las cosas vanas que  nos impide  pensar más allá de lo que queremos ver.


 MIERCOLES 6 DE MARZO

Partimos de nuestro querido colegio  a las 16:00 Nos acompañaban emociones conjugadas: tristeza por dejar a nuestros familiares y a la vez la gran expectativa de saber que viviríamos una experiencia inolvidable que podría ser el inicio de una conversión en nuestras almas y corazones. 


Al llegar a la casa de retiro de las “HERMANAS FRANCISCANAS” ingresamos a nuestras habitaciones, las mismas que tenían nuestros respectivos nombres; nos instalamos y luego fuimos a la sala de conferencias donde el Padre Alfonso Chávez nos dio la bienvenida e impartió las indicaciones pertinentes  para el inicio del RETIRO ESPIRITUAL. 


Tal vez lo que más trabajo nos costó fue permanecer en silencio a toda hora. Fue difícil dar un giro radical a nuestras vidas, por lo menos por  unos cuantos días, fue como diríamos una prueba de fuego; Un encuentro con Dios y con nosotras, reconciliarnos con la vida y con todas las cosas que aprisionaban nuestro corazón  herido.




JUEVES 7 DE MARZO


Un nuevo día y nuestra rutina empezaría a las 06:30. La forma en que nos despertamos fue por medio de una campanilla que fue nuestra mejor aliada del tiempo, la misma que era tocada por nuestra carismática Hna.Yoli,  como la llamamos con cariño sus hijas de Sexto.


Nos trasladamos a una pequeña pero acogedora capilla a orar, no lo que repetimos todos los días mecánicamente o por costumbre; esta vez  valoramos los momentos intensos de felicidad y los ratos amargos en los que nos hemos sentido derrumbadas.


A las 08:00 tomábamos nuestro desayuno para luego regresar a las actividades en nuestra sala de conferencias. Realizamos varios ejercicios espirituales, analizamos películas, algunas que arrancaron hondas lágrimas, pero al final  reflexionamos y comprendimos en que estamos fallando. La fortaleza la tuvimos en el Padre Alfonso Chávez quien ha trabajado toda su vida con jóvenes de nuestra edad y conoce todo los posibles problemas que nos afligen. Para complementar estas acciones, utilizamos como instrumento hojas de trabajo que completábamos personalmente en nuestras habitaciones en medio del total silencio.


Nos retirábamos a descansar alrededor de las 22:00. Sentíamos el silencio de pasillos y habitaciones, pero se sentía vibrar el corazón al encontrarnos solas con nuestros pensamientos.





VIERNES 8 DE MARZO

 

Tuvimos la gran oportunidad de compartir con nuestro Dios los secretos más profundos e íntimos de nuestro corazón y de nuestra alma, nuestras angustias y desconciertos, nuestras preocupaciones y tristezas, nuestros triunfos y fracasos y pedirle que bajo sus llagas guarde nuestras caídas y sueños derrumbados, y que con su bendita sangre purifique nuestro corazón con  sentimientos llenos de pureza y amor.


La mejor e inesperada sorpresa fue cuando recibimos unos sobres que contenían cartas de todos los miembros que integran nuestra  familia, ahí descubrimos lo importantes que somos para ellos aunque no lo demuestren frecuentemente, fueron tantos sentimientos encontrados, nos arrancaron más de un lagrima al explorar el mundo que ellos significan para nosotros a través de los sentimientos plasmados en un trozo de papel, pero escritos con tinta del corazón.




SÁBADO  9 DE MARZO


Llegamos al día final del retiro, pero para que este dé frutos era necesario trabajar conjuntamente con nuestros Padres. La vida nos enseña que no hay hijos malos, pero si hijos con muchas equivocaciones y por eso nuestro compromiso es ser mejores para nuestra familia. Lo que más valoramos en el  retiro es que hay un Dios al que le debemos la vida, y nuestros Padres que siempre están a nuestro lado con el más puro amor pese a los triunfos y fracasos que como seres humanos cometemos.


En este proceso encontramos el sentido de nuestra vida, es decir hacia donde queremos orientarla  y también el valor que tienen esas mujeres líderes del hogar, luchadoras incansables dispuestas a sacrificar todo por sus hijos, nuestras queridas madres a quien con amor bendecimos. 


Platicar conjuntamente con nuestro guía espiritual, el Padre Alfonso Chávez y nuestros padres sobre temas relacionados a nuestro bienestar como: libertad, responsabilidad, uso de redes sociales inadecuada, falta de atención en el hogar, permisos a festividades etc. Fue una experiencia única e inolvidable, porque pudimos expresar de manera libre nuestros pensamientos y sentimientos. 


Al finalizar compartimos la “SANTA EUCARISTIA” de reconciliación y agradecimiento a Dios por perdonarnos nuestras faltas y por guiarnos en esta experiencia que seguramente en un futuro traerá muchos frutos  y podremos descubrir la vida con auténtico amor




“MI CORAZON SIGUE LATIENDO,
PERO DE UNA MANERA DIFERENTE.
NO ESTOY HACIENDO NADA,               
NO ESTOY APURANDOME.       
SIMPLEMENTE ESTOY ANTE TI, SEÑOR .
Y QUE BUENO ES ESTAR DELANTE DE TI.
Y DETENERME.”                              


Por: POLET GUIJARRO VILLAMARÍN
TERCERO DE BACHILLERATO”COMERCIO”




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