viernes, 25 de octubre de 2013

MI EXPERIENCIA DE SER MARIANITA

¡Qué maravilloso ser “Marianita”!  He sido bendecida por Dios desde el momento que ingresé a esta gran familia, mi segundo hogar.  Se me abrió otra puerta donde encontré un  mundo interesante que me recibió con el gran cariño que lo vivo día a día.


Tengo la suerte recibir una educación guiada por una Superiora y un cuerpo docente que me brindan sus sabios conocimientos, cada hora, cada día, cada año. Con calidad y calidez, me inculcan valores: como el compañerismo, la solidaridad, la responsabilidad, la puntualidad y muchos  más, mismos que los asimilo cada día para convertirme en una persona correcta y de bien. Así, en el convivir diario entrego mi amor y mi corazón. 


En mi caminar me acompañan la Azucena de Quito y la Rosa del Guayas, antorchas vivas de fe, trabajo y heroísmo, cuyo secreto de felicidad y de paz, era el de ser leales consigo mismas, y su mayor tesoro era repartir amor, alegría, tolerancia, solidaridad y responsabilidad. Por esto, la espiritualidad Marianita es otro portal sagrado en mí familia, vivir la experiencia del prodigio de Dios, a través de nuestra Patrona Santa Mariana de Jesús, y de la Beata Mercedes de Jesús, quienes con su modelo de virtudes, siguiendo el camino de Jesús, cambiaron sus riquezas materiales por las espirituales y nos sembraron esa vida ejemplar. Ellas nos infunden a que cada día seamos mejores, viviendo con humildad, sencillez  y sobre todo con fe en Dios, en el amor al prójimo para así irradiar una vida llena de paz, amor y felicidad.


Con la fe que se encuentra dentro de mí, veo la vida un poco más bella. Aprendo a querer a Dios sobre todas las personas y cosas, y a respetar a los demás. En mi pensamiento están las frases que son el carisma de nuestro plantel como legado de la Madre Mercedes De Jesús Molina: “SER AMOR MISERICORDIOSO DONDE HAY DOLOR HUMANO;  Y SER FIRME EN SUS PROPÓSITOS, LEAL EN SUS SENTIMIENTOS Y QUE LA VERDAD HABITE EN LOS LABIOS”.


Todas estas cosas  me han dado la fortaleza para vencer los obstáculos con la ayuda de Dios, su sabiduría y voluntad para ser capaz de derrotar los miedos que me impidan dar a mi  vida un verdadero sentido, para poder conseguir lo que me propongo por difícil que esto sea, que sea firme en mis decisiones, para ir en busca de un futuro mejor.


En mi ser hay una eterna gratitud a mi Santuario, mi institución que forja mi futuro y a la vez engrandece a mi Riobamba y a mi país. Vivo el compromiso de llegar a la meta deseada con la ayuda Divina y la de mi familia que está a mi lado y me acompaña.

MARIANITA    HOY   Y   SIEMPRE

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