Con el miércoles de
Ceniza empieza la Cuaresma y es día de ayuno y abstinencia. La
imposición de la ceniza nos recuerda que nuestra vida en la
tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el
Cielo. Este es es un tiempo de
oración y penitencia, cuarenta días que la Iglesia marca para la
conversión del corazón.
En
un breve encuentro que empezó alas 08h00, el área de Pastoral de
nuestra institución, dirigida por la Hna. Luz Delia Caisaguano, preparó
una charla emotiva sobre este trascendental acto de la Iglesia y nos
motivó a la búsqueda necesaria de Cristo en nuestras vidas.
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