La
libertad es un legado divino donde el
ser humano ha sido llamado a vivir con dignidad y respeto. Desde su inicio la
humanidad presentó una trayectoria donde
la dominación por parte de grupos fuertes arremetía contra los débiles; donde
muchos individuos de una sociedad conquistada han tenido que aceptar maltratos,
ser tratados como herejes y han tenido que soportar atropellos que lastiman su conciencia.
En
la actualidad la libertad de expresión
se ha opacado por la existencia de grupos de poder que a toda costa quieren callar la voz del pueblo.
Hasta la forma de comportarnos está siendo violentada, ahora ya no tenemos la
posibilidad de decir lo que sentimos ni lo que pensamos por temor o por miedo a
ser juzgados de una manera déspota e injusta.
Todo
el mundo tiene derecho a expresarse, a comunicar sus sentimientos e ideas para
que sean tomados en cuenta y no queden palabras sueltas en el viento. Dios no
hizo libres y con muchas capacidades; nadie debe esclavizar
a otro, nadie tiene derecho a cerrar los labios de una persona con los
hilos de la injusticia….
El
derecho a la libre expresión es fundamental para mejorar el respeto de todos
los seres humanos. Sin el derecho a
opinar libremente, a denunciar injusticias y clamar cambios, el hombre está
condenado al mismo mundo de violencia, rechazo, burlas y atropellos.
Nadie
puede forzar a alguien a dejar de ser lo que es, tenga educación o no. Debemos
entender en qué consiste el derecho a la libre expresión antes de ponernos a
criticar a nuestros semejantes.
Como
personas, tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, redactarlas,
publicarlas o comunicarlas y tales expresiones deben ser, si no compartidas,
respetadas. Expresar libremente nuestras
ideas no debe llevarnos a confundir las cosas; una persona tolerante es aquella que expresa con respeto sus
criterios y que escucha de la misma manera el juicio de los demás.
En
conclusión todas las personas tenemos derecho a la libertad de expresión para
que podamos difundir nuestros pensamientos sin ninguna restricción mientras que
estos no afecten a la sociedad; sin embargo, es común que los gobiernos de
turno censuren la opinión de las personas que piensan diferente porque la sed
de poder los enceguece e impulsa a callar la voz de libre protesta.
Por
Isabel Flores - Taller de Periodismo 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario