lunes, 6 de mayo de 2013

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN




La libertad es un legado divino donde el ser humano ha sido llamado a vivir con dignidad y respeto. Desde su inicio la humanidad presentó una trayectoria donde la dominación por parte de grupos fuertes arremetía contra los débiles; donde muchos individuos de una sociedad conquistada han tenido que aceptar maltratos, ser tratados como herejes y han tenido que soportar atropellos que lastiman su conciencia.

En la actualidad la libertad de expresión se ha opacado por la existencia de grupos de poder que a toda costa quieren callar la voz del pueblo. Hasta la forma de comportarnos está siendo violentada, ahora ya no tenemos la posibilidad de decir lo que sentimos ni lo que pensamos por temor o por miedo a ser juzgados de una manera déspota e injusta.

Todo el mundo tiene derecho a expresarse, a comunicar sus sentimientos e ideas para que sean tomados en cuenta y no queden palabras sueltas en el viento. Dios no hizo libres y con muchas capacidades; nadie debe esclavizar a otro, nadie tiene derecho a cerrar los labios de una persona con los hilos de la injusticia….

El derecho a la libre expresión es fundamental para mejorar el respeto de todos los seres humanos. Sin el derecho a opinar libremente, a denunciar injusticias y clamar cambios, el hombre está condenado al mismo mundo de violencia, rechazo, burlas y atropellos.

Nadie puede forzar a alguien a dejar de ser lo que es, tenga educación o no. Debemos entender en qué consiste el derecho a la libre expresión antes de ponernos a criticar a nuestros semejantes.

Como personas, tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, redactarlas, publicarlas o comunicarlas y tales expresiones deben ser, si no compartidas, respetadas. Expresar libremente nuestras ideas no debe llevarnos a confundir las cosas; una persona tolerante es aquella que expresa con respeto sus criterios y que escucha de la misma manera el juicio de los demás.

En conclusión todas las personas tenemos derecho a la libertad de expresión para que podamos difundir nuestros pensamientos sin ninguna restricción mientras que estos no afecten a la sociedad; sin embargo, es común que los gobiernos de turno censuren la opinión de las personas que piensan diferente porque la sed de poder los enceguece e impulsa a callar la voz de libre protesta.

Por Isabel Flores - Taller de Periodismo 2013



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