El inicio del mes de mayo, que
parte con la celebración internacional del Día del Trabajador, dentro de
nuestra comunidad y de todo el mundo católico es de trascendencia al destinar
este espacio para la alabanza y devoción hacia nuestra Madre del cielo, María
Santísima.
En el inicio de la jornada de
este lunes 2, nos unimos en
plegaria por nuestros hermanos damnificados por el terremoto del 16 de abril y
también en este espacio, las personas que acudieron a la provincia de Manabí
con los productos generosamente donados por todos los miembros de la
institución y la ciudad, compartieron su testimonio y apelaron al sentimiento
colectivo para continuar apoyando a nuestros compatriotas de la costa quienes sobreviven
en medio de la catástrofe y las necesidades.
Que María Santísima nos acompañe y nos bendiga a todos.
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