Este lunes 14 de diciembre, los octavos años y el área de Lengua y Literatura inciaron la celebración de la Novena de Navidad.
La anunciación es el camino para
la llegada de Dios al mundo.
Es el puente que se extiende entre Dios y la humanidad. Es la respuesta a siglos de espera, a generaciones que aguardaron la venida del Salvador.
Y en este gran misterio de la encarnación aparece uno de los grandes dogmas de nuestra fe que nos lleva creer como cristianos que Dios en verdad se hizo hombre, que Dios en su inmenso amor por la humanidad es Jesucristo nacido de María Santísima.
El amor de Dios se hace presente con la aparición del ángel Gabriel y también es en ese instante donde surge la devoción, el respeto, la fe, la certeza de que todos tenemos una madre espiritual, que la iglesia tiene un corazón materno que la cobija y ella es María.
Sin María no hubiese navidad, sin
María nuestra vida sería huérfana, sin María no existiese ese pesebre que
adorna desde la estancia más humilde hasta el lobby más lujoso. Sin María el corazón
humano carecería de la ternura, de la esperanza, de la paciencia, de la sabiduría
que solo puede haber en el corazón de una mujer. Por esto, la mujer está
llamada a seguir siendo ese faro de amor, ese necesario espíritu de amor para
las familias y la sociedad.
María representa al ser humano que espera y confía en el Señor. Es una historia de hace más de 2000 años, pero cada día Dios también te llama, cada día Dios golpea la puerta de nuestros corazones y nos invita a creer en Él; nos pide que así como respondió María respondamos: “Que se haga en mi según tu palabra “, y que no se haga mi capricho mi deseo inconveniente
Al María decir sí al Señor aceptó
un gran proyecto para su vida. María reconoció que la vida no es nada sin Dios
y ese es el legado de este primer día de novena en donde se nos pide que a
semejanza de María sepamos decir si al gran proyecto que Dios tiene en cada una
de nuestras vidas. En esta mañana digamos sí a la certeza que Dios existe.
Digamos sí a la necesidad de Dios, en medio de esta sociedad materializada por
el dinero, el afán de poder la superficialidad. Digamos sí al compromiso de
cumplir con nuestros compromisos, con nuestras responsabilidades. Digamos sí a
la misericordia, a la generosidad, a la tolerancia para todos aquellos que
piensan o actúan de manera distinta a lo que nosotros deseamos.
Como católicos digamos si a la presencia de María en nuestros templos, en nuestra fe y sobretodo en nuestro corazón.
Como católicos digamos si a la presencia de María en nuestros templos, en nuestra fe y sobretodo en nuestro corazón.
Que Dios bendiga a todas las familias.
Feliz navidad
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