Mensaje de paz
Hna. Julieta Albán r.m.
Rectora de la U.E. Santa Mariana de Jesús
Hna. Julieta Albán r.m.
Rectora de la U.E. Santa Mariana de Jesús
ECUADOR CONSAGRADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PAÍS DE PAZ, PERDÓN Y CORAJE
Bienvenida querida Comunidad Educativa:
Es tiempo de mirar hacia adelante. Lo sucedido en estos días nos duele profundamente como hijos de Dios y de esta Patria querida. El Papa Francisco nos dice: “La paz sin amor, sin amistad, sin tolerancia y sin perdón no es posible”. Hoy nos toca perdonar tantas heridas recibidas, hoy nos toca perdonar tanta violencia sufrida. Sí, hoy nos toca perdonar de corazón, aunque nos cueste, para volver a mirarnos como hermanos y no como enemigos.
Quito, nuestra bella capital, llamada cariñosamente la “Carita de Dios” ha sido el campo de batalla de estos días, la han destrozado violentamente y eso nos duele porque es Patrimonio Cultural de la Humanidad. Me pregunto: por qué tanta violencia, por qué tanto odio, por qué tanto vandalismo desenfrenado, por qué tanto saqueo no visto jamás en la historia de nuestra Patria, hermanos contra hermanos. La única respuesta, personalmente que encuentro, es que nos hemos apartado de Dios y lamentablemente no hemos colocado a la cultura como el eje trasversal de toda transformación revolucionaria.
Esta ciudad también ha sido afectada. Cuántas familias han sido saqueadas de lo que con tanto sacrificio han conseguido en años, cuántas familias lloran la pérdida de sus seres queridos. Hemos sido testigos de nuestros hermanos del mercado quienes no podían vender sus productos por la constante zozobra y angustia y cada uno de nosotros sin poder conseguir los productos. ¿Qué hemos aprendido de esto? Que tenemos que valorar lo que tenemos cada día.
Mi invitación en esta mañana, comunidad educativa Marianita, es que no apartemos nuestra mente y corazón del amor de Dios; si cesó esta violencia desatada en el país fue únicamente por la mano providente de Dios que frenó el caos que vivimos. Somos un pueblo Consagrado a su corazón, un pueblo de paz y con la fuerza de la oración de toda una nación alcanzamos el milagro. Ustedes constatan que los milagros existen cada día. Éste es uno de ellos, que hayamos podido regresar a nuestras labores normales.
Invito a que juntos soñemos en un gran Proyecto de paz Marianita empezando por la familia, con papá, mamá, hermanos y más familiares; en la institución educativa con mis compañeros de aula, de trabajo; en el ambiente social con mis amigos/as, con el más próximo que tengamos la suerte de compartir diariamente.
Sembremos en nuestro corazón los frutos del Espíritu santo: AMOR, GOZO, PAZ, PACIENCIA, BONDAD, FE, MANSEDUMBRE, TEMPLANZA, BENIGNIDAD. Seamos constructores de puentes de Paz.
Les invito a orar juntos por la paz de nuestro bello y amado Ecuador juntemos nuestras manos para que esta sea duradera y elevemos el corazón agradecido a Dios por devolvernos la tranquilidad a nuestras familias.
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.
Hna. Julieta Albán r.m.
Rectora de la U.E. Santa Mariana de Jesús
Rectora de la U.E. Santa Mariana de Jesús
