jueves, 31 de mayo de 2018

¡Hasta siempre Padre Alfonso!




La muerte despierta la tristeza en los corazones, es un encuentro con la meditación, lo finito de la existencia, lo innecesario de las conquistas materiales. La muerte es la única de las certezas humanas y a la que menos volvemos la mirada sabiendo que ella aguarda en cualquier esquina o bajo cualquier farola.

Pero la muerte no es dolorosa cuando atrás de ella queda una vida de entrega y dedicación para el prójimo. Cuántos seres humanos parten tristemente sin dejar una huella de amor o de ternura; mas, cuando un hombre bueno nos abandona deja sembrada la certeza que aún en el mundo hay esperanza. Las manos donadas al servicio de Dios y de la humanidad, los corazones generosos que alegran vidas ajenas y plantan para que otros cosechen  son la razón por la que el Creador aún confía en el ser humano.  Todo esto significó y significará el Padre Alfonso Chávez Salazar, S.J. quien desde su apostolado propagó el evangelio, fue luz para muchas oscuridades y consuelo para tantas nostalgias.

En la ciudad de Quito, el 30 de mayo de 2018, se ha ido un amigo, ha partido un religioso ejemplar, un hombre noble, pero queda su ejemplo para presentes y ulteriores generaciones.
La unidad educativa Santa Mariana de Jesús agradece a Dios por la bendición de haber contado por muchos años con el acompañamiento y la guía de  una vida

¡Hasta siempre Padre Alfonso¡





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