“Educar
no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de las
dificultades de la vida”
Sin
duda muchos maestros se han convertido en nuestros educadores y amigos. Este
fue el caso de una excelente educadora, mujer, amiga y madre: Lic. Liliam
Silva, quien con su dulzura y su forma de educar cautivó el corazón de cada una de sus
estudiantes, a la vez que con sus consejos dejó valiosas enseñanzas para la
vida. Una enorme tristeza nos invadió al saber que se retiraba de la
institución para ejercer sus labores en otra entidad; más que una noticia fue sorpresa. Las lágrimas se hicieron evidentes, aunque ella supo
manifestarnos que siempre nos llevará en su corazón y que esta no es una
despedida sino un hasta luego.
El
vacío que deja en la institución, y en especial en nuestros corazones, es inmenso. Para nosotras fue una de las mejores maestras; se convirtió en la compañera
con quien compartimos risas, experiencias. Recordamos con mucho cariño todos
los momentos vividos, el primer día que la conocimos con su sonrisa y con
aquella dulzura en sus ojos que la caracterizaba al momento de enseñarnos.
En
la vida de estudiante nos encontramos con maestros de todo tipo. Cada uno
siembra en sus estudiantes enseñanzas y experiencias. Lilianita: usted sembró
en nosotras muchos valores y dejó huella
en nuestro corazón. Le agradecemos por
todos los conocimientos, instantes y experiencias compartidas y le deseamos los
mejores éxitos en su nueva labor
educativa. Que Dios la bendiga, la proteja y la colme de bendiciones. Le
agradecemos por haber formado parte de nuestra vida como maestra y como amiga,
Lilianita, con mucho cariño le decimos: Dios le pague por todo. El lugar que
ocupó en la institución no podrá ser remplazado, nos supo demostrar que es una gran mujer en todos los aspectos,
para nosotras siempre será la mejor maestra de Lengua y Literatura.
Con
tristeza, al saber que no culminará este año con nosotras, y alegría al saber
que ha cumplido uno más de sus objetivos, le decimos que no será un adiós como
usted misma nos lo dijo, será un hasta luego. Tenga por seguro que cada uno de
los valores y enseñanzas sembrados en nosotras está acompañado con una gran
gratitud, cariño y aprecio hacia usted.
¡Gracias
Lilianita!
Valeria
Santillán – Nadya Freire – Pamela Santillán
1ero
Bachillerato
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